Club Campista Aire Libre Córdoba

   

  

Reflexión tras Logroño 2006.

¿Mi opinión sobre la acampada de LOGROÑO?, en mayúscula, y no es para menos si pensamos en todo lo que he vivido durante esta semana allí.
En primer lugar, dar las gracias a Antonio, Araceli, Jorge y Samuel, la familia que me adoptó durante una semana, gracias a ellos he asistido a la acampada y he podido cumpli mi sueño una vez más (ya que mis padres no podían asistir a la acampada este año).

He de reconocer que siempre he sido algo crítico con casi todas las acampadas, y en esta ocasión debo decir que todo lo que puedo decirle al club de la Rioja como organizador son halagos, vivan esos naranjitos de la organización que estaban siempre pendiente de cada uno de nosotros para que nuestro recuerdo de La Rioja fuera lo más maravillo posible, y os aseguro, que la juventud se lleva ese recuerdo (yo además me llevo de recuerdo una brecha de 5 puntos en la cara sin importancia). Esta semana he aprendido que las apariencias engañan, y que en el campismo, aquella persona que piensas que no haría nada por ti, lo hará todo. He tenido la oportunidad de volver a comprobar que los jóvenes en las acampadas son personas maravillosas.
 
Hoy, querría haceros conscientes de algo que está ocurriendo en las mentes de los jóvenes que cada año aun tenemos ilusión de asistir a las acampadas. Y digo “aun” porque por distintas causas no muy claras, desde mi punto de vista, la acampada juvenil está perdiendo esa ilusión que se tenía, y creo que corre cierto peligro a desaparecer, aunque no sea físicamente como tal, pero si emocionalmente. No son pocas las personas a las que ya he escuchado, “esta acampada será mi última” o “la acampada del año que viene será a la última que vaya…”, quizás sea la falta de motivación la que incite a este tipo de comportamiento, o quizás que la generación en la que me muevo nos esté dando señales a que abandonemos y dejemos sitio a las generaciones más jóvenes que vienen por detrás. Como campista juvenil que soy, o mejor dicho, como “acampedo” que soy, sé de sobra los problemas que ocasiona la acampada juvenil a una organización, pero también se de sobra, las amistades, sentimientos, y corazones que se partirían en toda España si se optase por eliminarla. Aunque a veces seamos poco agradecidos, desde aquí deciros lo mucho que valoramos todo lo que cuesta hacer una acampada y lo mucho que significa para nosotros todo este mundillo.

Y, ¿por qué hablando de Logroño 06 cuento esto? Pues porque esta acampada ha sido capaz de volver a enganchar a todos y cada uno de los jóvenes que hemos asistido, a sido capaz de borrar de las mentes de cada joven las frases “esta acampada será mi última” o “la acampada del año que viene será a la última que vaya…”. Desde aquí doy las gracias al Club de La Rioja en nombre de la juventud por conseguir con su trato, cariño, y todo lo que nos ha organizado mantenernos de nuevo unidos un año más, sin que ninguno de nosotros prefiera abandonar nuestro mundillo. También cuento esto, quizás porque en esta acampada escuché por parte de alguna persona que nada tenía ya de joven un tópico que dice que los jóvenes sólo damos problemas, ruido por las noches, muchas peleas entre clubes y desunión. Me marcó tanto aquel despilfarro, que me gustaría darles mi opinión a todos los “campistas” que de una manera o de otra piensen aquello. En mi opinión los campistas juveniles tenemos mucha más unión de lo que los campistas adultos creen, muestra de ello es un proyecto que hemos llevado a cabo, se trata de una página web (www.acampedos.com) que ha sido pagada por jóvenes voluntarios de todo el país, para no perder el contacto, con fotos, crónicas, noticias, foro, etc. sobre nuestras actividades en las acampadas, demostrando así que por nuestra parte también salen iniciativas para promover y alentar el campismo.

Una vez más, gracias, gracias a todos aquellos que hacen posible cada año que la acampada juvenil sea una realidad, a los que se fueron sin decir adiós, y a los que no pudieron asistir pero hacen que los sintamos como uno más de nosotros. Gracias a todos los jóvenes campistas (acampedos), mis compañeros de ilusiones cada año en semana santa, y por supuesto, gracias al club de La Rioja, un pequeño club que ha conseguido hacer una gran acampada.

Os espero de brazos abiertos a todos el año que viene en Córdoba, mientras tanto, os echaré de menos.

 

 

Carlos García García, un "acampedo" del Club Campista A.L. Córdoba

 

 
 
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